¡El blog cumplió un año!
Pasaron muchas, muchas cosas desde que nació. Se me viene una y otra vez esta frase (parafraseada de El camino del artista): a medida que abrís el canal, cambios pequeños pero poderosos sucederán.
Cambios pequeños pero poderosos. Sin duda.
Estas son las 8 cosas más importantes que aprendí en estos 12 meses:
1. La autoestima va primero.
La autoestima está conectada con todo: desde la forma en la que impacta nuestras relaciones hasta nuestras expectativas. Nuestra calidad de vida depende de ella. Y sin embargo, ¿quién nos enseña a desarrollarla? ¿Quién nos cuenta de la importancia?
Conocerse, aceptarse, quererse—necesitamos saber cómo hacerlo. Es esencial. Este 2018 me lo confirmó, y me enseñó una nueva forma de hacerlo:
2. Haciendo se conoce; haciendo se aprende.
Lo que aprendí fue resultado de haber tomado acción.
Si me hubiera quedado quieta, planificando estrategias y elaborando en mi cabeza, no hubiera llegado a nada. La cabeza te puede llevar hasta cierto lugar. El resto se consigue haciendo.
3. No somos nuestros pensamientos.
Me animé a estudiar mi mente. Descubrí que mis pensamientos no son verdaderos ni falsos. Son solo eso: pensamientos.
Aprendí que puedo elegir qué hacer con ellos.
Puedo elegir escucharlos o dejarlos pasar.
Puedo desestimar a los que me lastiman. Puedo plantar, como semillas, pensamientos que me hagan bien.
4. Al miedo hay que mirarlo a los ojos.
Encontrarme cara a cara con mis miedos—de nuevo y de nuevo y de nuevo.
Ese fue mi desafío principal este año.
Quise cambiar de estrategia, y en vez de ignorarlos, reconocerlos. Darles espacio. Decirles: “sí, los veo; sí, los escucho”.
En ese encuentro se gana la libertad—la misma libertad que perdemos al hacer que el miedo no existe. Cuando le damos la espalda, le damos rienda suelta a que crezca.
El miedo está —va a estar siempre— pero no tiene que asustar. Ya no me asusta. Ya no me asusta. Ya no me paraliza. Lo escucho, pero escuchar no equivale a dejarse controlar. Lo escucho, pero después lo dejo a un lado.
Ya no es un motivo para dejar de hacer, ni sentir, ni vivir.
Prefiero pensar al miedo como el precio que pagamos por hacer cosas que valgan la pena.
5. Elegirme a mí misma.
No necesitás que nadie te dé permiso. No necesitás un título, ni renunciarlo a todo, ni esperar a que la situación sea ideal.
Este blog —y todo lo que pasó desde que nació— fue resultado de dejar de esperar. Fue resultado de animarme a tomarme en serio—a mí misma, a mis sueños.
Estos aprendizajes, estas palabras, esta confianza. No me las pueden sacar. Son mías. Me las gané.
6. Romperlo todo en pedacitos para poder construir algo.
Tengo muchas ambiciones—ambiciones que me empujan y me aplastan.
Jamás me hubiera animado a escribir si no hubiera destruido esas ambiciones. ¿Escribir un libro? No. Olvidate. Concentrate en vez en escribir un post. De 10 palabras, 20, 2000. Tomatelo un día por vez.
Los sueños son monstruos que paralizan. Lo mejor que podemos hacer es romperlos en pedazos y juntarlos, pieza por pieza, y construir algo a partir de eso.
7. La creatividad es innata e inagotable.
Cuando empecé, el objetivo era publicar una vez por día. Tenía miedo de que quedarme sin ideas, pero pasó lo contrario.
No solo no me quedé sin ideas:
Cuanto más escribía, más ideas se me aparecían. Cuanto menos, más se me alejaban.
Aprendí que la creatividad es un hábito y que se cultiva. Que todos somos creativos. Solo diferimos en qué tanto la ponemos en práctica.
8. El ingrediente más importante (y más subestimado): la paciencia.
Nada valioso se construye de un día a otro. Pero sí con un poco, día tras día tras día tras día.
No estamos acostumbrados a tener paciencia. Parece aburrida. Pero si les dejo algo, que sea esto:
Cambiar el chip puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso.
En vez de pensar en algo gigante y ya, démonos el permiso de pensar en algo chiquito hoy y grande a largo plazo.
Las posibilidades son inmensas.
Seguí leyendo…
- Un año después: reflexiones del primer año del blog
- Las cosas más importantes que aprendí en el 2017
- Elegite vos
Deja un comentario