“No sé cómo comenzar a volver al ruedo laboral ni por dónde (en qué área). No sé si mi CV es el “adecuado” (tengo una formación y carrera bastante “ecléctica”). ¿Podrías pasarme tips para volver al ruedo laboral? Me gustaría fuese en un ambiente cálido y creativo. Otra cosa por el momento no tengo en claro.” —Vanina
¡Hola Vanina!
Si todavía no estás segura a qué te gustaría volver —o si solo tenés en claro que sea un ambiente cálido y creativo—, empezaría por ahí.
Lo que siempre le digo a mis coachees y que te digo ahora es:
No es necesario saber lo que querés. Empezar por donde NO querés es un muy buen paso—y uno muy potente.
Hay algo que ya sabés: querés un ambiente cálido y creativo.
Te invito a que investiguemos por acá. Podemos sacarle mucho jugo y ahorrarte tiempo, esfuerzo y frustraciones.
Mis 4 tips a la hora de buscar trabajo.
No son una solución rápida ni fácil, tampoco una guía automática.
Son 4 fases de un proceso más profundo, consciente y a largo plazo para que, cuando termines, te sientas a gusto con tu profesión y con el camino que elijas—un camino que será inexorablemente tuyo.
1. Identificar: qué no, que sí.
Te invito a que hagas brainstorming para entender qué es lo que estás buscando con más profundidad.
Armá una lista de todos los trabajos que tuviste hasta el día de hoy. Sí, ¡todos! Todo es información. Todo sirve.
Cuando tengas la lista hecha, vamos:
#1. ¿Qué fue lo que NO te gustó de cada uno?
¿Pasabas tiempo sola? ¿Te molestaba tener horarios fijos? ¿Había mal ambiente? ¿Poca compensanción? ¿Sentías que perdías el tiempo?
¿Qué potencial en vos quedaba dormido y que te hubiera gustado explotar?
#2. ¿Que SÍ te gustó de cada trabajo?
Usando la misma lista te referencia, te invito a que hagas una lista de cosas que sí te gustaron de cada trabajo.
¿En qué te sentías útil? ¿Buena flexibilidad de horarios? ¿Cerca de tu casa? ¿Buena comunicación con tus compañeros? ¿La rutina? ¿La estabilidad? ¿Qué cada día era diferente?
Esta segunda pregunta te ayuda a identificar los aspectos que sí buscás… y también una manera de afinar la mirada. De apreciar al menos algo en los trabajos más difíciles que tuviste y que a primera vista no te gustaron. Agradecer esas experiencias por lo que te dieron y enseñaron es una habilidad muy útil.
Cuando soltamos con agradecimiento y no con bronca, decepción o enojo es más fácil encontrar experiencias alineadas con esa gratitud en el futuro. (A fin de cuentas, nos llevamos con nosotros todo lo que no resolvemos.)
#3. ¿Qué aspectos tuyos te gustaría usar en esta nueva etapa de trabajo?
Si tenés un CV ecléctico, es porque tenés muchas actividades, talentos e intereses diferentes. ¡Eso es buenísimo! Pero no significa que tengas que incluirlos todos.
Tal vez tengas experiencia en administración, pero no querés trabajar de eso y en cambio darle más lugar a tus habilidades gráficas, por ejemplo. En ese caso, no es necesario incluir experiencia administrativa.
Sugiero que compartas solo los intereses que te interesa seguir cultivando en esta nueva etapa.
2. Distinguir: ¿cuáles son tus valores?
Si priorizas un ambiente cálido y creativo, los valores que podemos encontrar ahí son: 1. colaboración/conexión/trabajo en equipo y 2. creatividad.
¿Qué otros valores buscas? ¿Qué es importante para vos?
Y ojo: No pregunto en qué sos buena. No pregunto qué paga bien. Pregunto: ¿qué te motiva e inspira de verdad?
¿Qué te empuja, estimula, energiza? No solo en el trabajo: en tu vida.
Cuando estás en estado de flow, ¿qué actividad estás haciendo? ¿Qué estás haciendo cuando sentís que el tiempo desaparece?
3. Investigar formas de conseguir ese trabajo.
Ya identificaste qué te gustaría, qué no y cuáles son tus valores. Ahora empieza la etapa de investigación: cómo encontrar las formas de llegar hasta ahí.
¿Cuáles son las opciones laborales que más se alinean a esos valores?
Algunas ideas para profundizar en esta etapa de investigación:
- ¿Qué lugares conocés y tenés acceso hoy que tienen un ambiente “cálido y creativo”? Te invito a que te pongas en contacto con las personas que estén ahí.
2. Contactá con quienes tengan un trabajo que te llame la atención. Si conocés personas (online u offline) cuyo trabajo o estilo de vida intuís que te gustaría. Preguntales: ¿cómo llegaron hasta ahí? ¿Cómo consiguieron ese trabajo? ¿Qué consejos tienen para darle a alguien en tu lugar?
3. Avisale explícitamente a tus contactos —cercanos y no tan cercanos— que buscás trabajo y qué características particulares te interesan (“un ambiente cálido y creativo”). El boca en boca es impresionante a la hora de conseguir trabajo.
4. Tomá la iniciativa y ponete en contacto con personas, empresas, agencias, instituciones u organizaciones con las que te gustaría colaborar—incluso si no tienen búsquedas abiertas.
4. Probar, probar, probar.
Esta búsqueda no se trata solo de un conseguir un trabajo: es un camino. Si lo miras desde esa óptica, entonces es más fácil explorar opciones porque tenés el permiso de cambiar de opinión.
Es posible que vuelvas al ruedo laboral con un puesto de trabajo que dure un tiempo y luego aparezca otro. O se transforme. O cambies tus preferencias y busques algo diferente. Esto está bien.
Recordar que este es un proceso dinámico —y que estás buscando, probando, aclarando, afinando y definiendo tu búsqueda— te va a quitar la presión insostenible de que el próximo trabajo sea el definitivo.
No. Es posible que tome varias búsquedas y experiencias. Pero por suerte, cada una te va a ayudar a definir con más precisión lo que buscás.
No es un para siempre. Es un por ahora.
Poco a poco, una cosa lleva a la otra. Curiosidad, paciencia y valentía.
***
¿Lo puedes hacer por tu cuenta? Claro que sí. Pero también te puedo ayudar.
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