Hola! Soy Sharon
Y te motivo a darte permiso y animarte, en tu creatividad y en tu carrera.
Permiso para…
…dejar de vivir una vida que no es tuya, que no te divierte y que te agota.
…dejar de darle tanto a los demás y empezar a preguntarte: ¿qué es lo que yo realmente quiero?
…expresar lo que tienes adentro, soltar tu creatividad y enamorarte de lo que salga.
…imaginar una vida tuya, propia y llena de sentido — y para hacerla tu realidad.

Imagíname como la cheerleader
que no sabías que necesitabas.

“De verdad, ¿esto es todo lo que hay?”
Lo hiciste todo bien: seguiste las reglas, cumpliste con lo que se esperaba de ti, lograste lo que te habían dicho que era lo mejor…
Pero algo no va bien.
¿Esa sensación adentro tuyo, la que te dice “esta forma de vivir, esto no es para mí”?
Tiene razón.
Eso no es todo lo que hay.
Y es hora de que la escuches.
Después de trabajar con clientes de todas partes del mundo, desde Los Ángeles a Barcelona a Buenos Aires, puedo decirte que hay un hilo principal que atraviesa a todos:
Un hambre por vivir de una forma que tenga sentido.
Una sed de crear una vida a su medida, con creatividad, iniciativa e impacto.
Una vida diseñada de adentro hacia afuera (y no al revés).

Los pilares de mi método:
La creatividad me protege.
Todos somos creativos. Después de vivir tantos años condicionada por expectativas ajenas, la creatividad es una de las herramientas más poderosas para reconectar con lo que es irrevocablemente tuyo.
Tu pasión no es el qué, es el cómo.
Deja de lado la vieja creencia limitante que tiene acorralados a tantos multipotenciales: Tu pasión no es una cosa, es una forma de vivir. Está compuesta por una esencia, una serie de valores, lo que es importante para ti.
El entusiasmo como motor.
La alegría, el optimismo y el juego son herramientas esenciales de resistencia y de sanación. Y muy poderosas. Que sea el entusiasmo el que te empuja y sostiene, no la autoexigencia.
Todo empieza con la imaginación.
Tu imaginación es uno de los assets más grandes que tienes. Lo que quieres traer a la vida es primero una semilla en tu imaginación, como todo edificio fue primero un plano. Soñamos primero, construimos después.
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