Listo. Lo hice: caminé el Camino de Santiago.
240 kilómetros, a pie, en 10 días. Con mi mochila a mis espaldas.
Cruzando bosques, ríos, pueblos muy pequeños (y ciudades no tan pequeñas).
Del camino, me traje muchas cosas.
Pero la que quiero compartirte hoy (porque obvio imposible no extrapolarlo al camino de la vida) es esta:
En el camino, siempre hay señales.
Un hombre entra a un bar en León, España—a una distancia enorme de su destino final—y pregunta:
—¿A Santiago cómo se va?
El hombre detrás de la barra le contesta, como si fuera lo más normal del mundo:
—Sigue las conchas.
Y así es.
En el camino, no abrí Google Maps más de 3 veces. No hacía falta.
Las señales en el sendero indicaban por dónde seguir: conchas amarillas, flechas grafiteadas, carteles asegurándote cada tantos metros que vas por buen camino.
¿Perderte? Casi imposible.
No sabía a dónde iba, pero no me angustié ni vino la ansiedad en ningún momento.
Estaba contenida: por esas conchas amarillas, que me recordaban que sí, que era por acá.
Caminar con esa seguridad es caminar tranquila.
Y pensé… ¿por qué no caminar así de tranquila también en el camino de la vida?
Cuando estaba en una de mis crisis —confundida, perdida y angustiada por elegir cosas diferentes a lo que elegían la mayoría de la gente a mi alrededor—…
Recibí este consejo, que fue uno de los mejores consejos a nivel profesional que recibí hasta ahora y quiero compartírtelo:
“En otro tipo de trabajos, las señales que indican que vas por buen camino son más claras: un aumento de sueldo, una promoción, feedback de tu jefe. Pero vos no elegiste ese camino, entonces tus señales serán otras. Identificalas. Por ejemplo: en todos los trabajos que tuviste, siempre quisieron retenerte o te ofrecieron la posibilidad de crecer, incluso si vos no querías. ¿Qué otras más?”
¡El alivio! ¡El alivio!
Le repito esto a mis clientes de coaching una y otra vez, especialmente si están en caminos que se alejan de lo convencional.
Si elegiste diferente, entonces esas señales serán diferentes también… pero no por eso, menos precisas o importantes.
Es solo cuestión de identificarlas y encontrarlas.
Entonces te pregunto:
➡️ En tu vida, ¿cuáles son las señales que te indican que vas por buen camino?
Y atención!
Porque cuando digo *buen* camino, me refiero a *tu* camino.
Ya sea el profesional, el amoroso, económico, familiar, creativo, espiritual… el que quieras, el que tenga más prioridad ahora mismo.
Porque spoiler:
No hay ni bueno ni malo. Solo tuyo o no tuyo.
Las señales están ahí.
Es solo cuestión de identificarlas, confiar en que te guían y dar el próximo paso.
Con cariño y hasta la próxima carta,
Sharon
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