Cada uno de mis cuadernos tiene una frase al principio que funciona como epígrafe.
A responsibility to light. La idea de que buscar la luz, el optimismo, es una responsabilidad y no algo para tomar a la ligera. No es algo “new age” o al pedoPase lo que pase, en esta vida mitad cruel mitad milagrosa, ser fieles a lo que ilumina es muy noble. Ser perseguidores de esa ‘alegría testaruda’ como la llama el poeta Jack Gilbert (“stubborn gladness“).
Y porque estaba inspirada, entre artículos de Brain Pickings y leyendo el blog de Austin Kleon, escribí también un epígrafe de contraportada:
Lifelong kindergarten. Un jardín de infantes que dure toda la vida para que me recuerde de la actitud mental que quiero adoptar siempre que sea posible. Pensar a la vida cómo una educación que dura hasta el final, y espero siempre con los ojos bien abiertos, la curiosidad y las ganas de jugar de un chico de cuatro años.
(Pd. Perdón a los ojos, me enteré después de que kindergarten estaba mal escrito. ¡El horror!)
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