Me compré un cuaderno para anotar los sueños, pesadillas y otras actividades oníricas.
Lo dejo en mi mesa de luz, con una lapicera. Es chiquito, rosa y celeste. Me inspira. Es el cuaderno donde estoy anotando cada mañana los sueños de la noche, o lo que se me viene a la cabeza entre sueño y vigilia.
Me divierte también esto: Reid Hoffman escribe en este cuaderno antes de irse a dormir. Anota algún problema o situación en la que quiere que su inconsciente se enfoque durante la noche. Thomas Edison lo dice mejor que yo: “Nunca te vayas a dormir sin pedirle algo antes a tu subconsciente”.
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